martes, 21 de julio de 2020

la comida

La verdad es que llevo una temporadina sin asomarme a este blog. Será por falta de temas, o será porque me hice un poco vaga. Igual por nada de eso, pero hay momentos en los que escribiría de todo y hay otros, que prefiero que no,porque igual diría lo que debo y lo que tendría que obviar.

Pero hoy, igual es porque me aburro, o porque quiero hacer una reflexión general y como hago siempre, lo escribo en este mi blog.

Estamos en tiempo de pandemia ;estamos con la nueva normalidad y eso quiere decir, que podemos hacer todo lo que está permitido, con todas las medidas de precaución que nos imponen las autoridades. Y eso es así, nadie está por encima de nadie y sobre todo, nadie está exento de coger el virus por joven que sea.

Pero la nueva normalidad, también implica que tenemos que hacer vida normal;con las medidas necesarias para no contraer el virus, pero normal.Por eso se dice, "nueva normalidad"

Así que el pasado 18 de julio, hicimos la comida de los primos.Es esa comida de la que me escuchasteis hablar casi todos los años. 

Esta vez, fuimos menos, pues algunos por enfermedad y otros por distintos compromisos, no pudieron asistir, pero si en otras ocasiones llegamos a ser 30, en esta, fuimos 23.
Desde mi punto de vista, todo estuvo bien, en la línea de otros años,la familia quedó contenta, y dispusimos del espacio suficiente para mantener la distancia de seguridad necesaria. El resto, es la responsabilidad personal de cada persona.También la comida y el servicio, estuvo como entendemos que tiene que ser.

La verdad es que lo pasamos muy bien.Charlamos, reímos, y nos pasó el día en nada. Si empezamos con la sesión vermout a las 13,30 h, cuando acabamos con la comida, ya pasaban de las 17,00 h.

Creo que a todas y  todos nos gustó y disfrutamos de ello. Tengo que decir que las medidas de seguridad, incluyen que no más de 25 personas en locales cerrados y hasta 50 en zonas abiertas.

Lo que me llama mucho la atención, es que personas ajenas a esta celebración, a las que nadie invitó, a las que nadie preguntó, y que nada tienen que ver en esta historia, se rasguen las vestiduras y nos pongan de vuelta y media diciendo que esta comida no se tenía que haber celebrado, y alguna cosa más que por lo grosero y ordinario, no voy a reproducir aquí.
Supongo que ella no leerá esto, pero es una pena, ya que opinar gratuitamente y sin saber el porqué los demás hacemos las cosas, me parece peligroso.

Nosotros hicimos la comida, cumpliendo todos los requisitos y más. Si el aforo máximo era de 25, nosotros éramos 23.
Si había que llevar mascarilla hasta para ir al baño o dirigirnos a la barra u otro lugar del restaurante, también lo hicimos. y por supuesto, la separación entre comensales, también se cumplió. Y todo esto se hizo, primero por nuestra propia seguridad, por la seguridad de los demás y porque queramos o no,esto va a durar mucho tiempo y nos vamos a tener que acostumbrar a ello.
Es, la nueva normalidad.
Quizá esta señora por el trabajo que tiene y sabiendo que al cabo del día puede dejar pasar algún detalle que la haga hacer las cosas mal, debería de mirarse antes de ponerse a criticar a voz en grito e plena calle a la primera persona conocida que encontró.

Muy, muy lamentable.

Creo que tenemos que guardar todas las medidas de seguridad impuestas, pero no por ello, dejar de vivir