martes, 4 de enero de 2022

 Todos los años escribo la carta a SS.MM .LOS REYES DE ORIENTE.

Pero este, todavía no lo hice. Pero lo voy a hacer ahora.

No sé si es por el año que llevamos de restricciones(casi dos), o porque los nietos se hacen mayores y ya conectan directamente con Sus Majestades y no soy necesaria para ponerles en contacto con los emisarios .

Así que ahora los peques, les mandan un whattsap y les citan en un centro comercial y todo arreglado. Allá se apañan los emisarios entrando y saliendo de las tiendas y buscando lo mejor o por lo menos lo más apropiado para los infantes/as

El nacimiento que año tras año se ponía en casa de los abuelos y ellos y ellas disfrutaban cambiando las figuras de sitio y poniéndolas cerca del recién nacido para que le dieran calor, esta vez, ya no lo hicieron.

Seguramente es que los abuelos este año lo hicieron bien y ya no necesita retoques.

Pero los Reyes siguen visitando todos los hogares y las personas, seguimos poniéndo todos nuestros deseos, bien sea por escrito, de palabra o de pensamiento. A veces los de Oriente, adivinan nuestra peticiones aunque no enviemos la carta.

Escuchando la radio en un programa de dedicatorias, la petición más repetida es la salud. Sin ella, no somos nada ni nos sirven de mucho el resto de las cosas que podamos tener.

Yo, también me uno a esa petición, es lo más importante. Pero además, les voy a pedir que mis seres queridos, sean felices; que el único problema importante que nos pueda pasar es que alguno de nosotros falte.

Eso es una pérdida muy importante, lo más.

Bueno, también es un problema el no tener donde vivir, no tener como alimentar a la familia o no tener un trabajo que nos permita vivir con un mínimo de dignidad.

El resto de las cosas, son contratiempos. Que nos pueden dar mucha preocupación, pero que realmente no son tan graves.

Son, como las matemáticas; si tienen solución, se solucionan y si no la tienen, los hay que soltar, pues es un lastre que no merece la pena cargar con él.

Yo, seguiré poniendo el Nacimiento, seguiré escribiendo la carta a SS.MM.  y seguiré creyendo en ellos pues es necesario pensar que algo mágico o algo con lo que soñamos, ellos nos lo puedan traer.

A veces, no lo pueden poner todo el seis de enero, pero tenemos que darles tiempo, pues son muy mayores y van mucho más lentos que cuando volaban con sus jóvenes renos cruzando el planeta en una noche.

Así que deseando que a todas y todos  nos traigan esa salud tan necesaria y no se olviden de otras cosas necesarias, me quedo esperando que la noche del cinco, cumplan con su trabajo.

Y así de paso, concluimos las Navidades y empezamos a tratar con delicadeza a nuestra báscula particular.

Un brazo para los reyes y para mis seres queridos