martes, 2 de febrero de 2021

Estos tiempos, ya casi nadie hablamos de otra cosa, que no sea la pandemia.

La pandemia, las medidas que nos ponen e imponen, la ola de contagios que no acaba de doblar la curva y muchas más cosas .Pero siempre en torno a este virus que lleva un año atacando y que todavía no fuimos capaces de acabar con él.

Seguramente es que no nos gustan las normas, la nueva forma que nos toca vivir y comportarnos. Tampoco  aceptamos que los expertos sepan más que nosotros y por todo ello y alguna cosa más, estamos metidos en este lio. No sé de quien es la culpa, pero desde luego, algo no estamos haciendo bien, para que día tras día y semana tras semana, tengan que seguir poniendo restricciones.

Siempre tuvimos lo básico, incluso cuando había un confinamiento total. En aquel momento, sólo pedíamos que nos dejaran salir un poco a dar un paseo aunque fuera a determinadas horas; también creíamos, que los niños, tenían que poder jugar en la calle, en los parques y si podía ser, hacer alguna actividad con sus compañeros.

Poco a poco, nos fueron dando espacio; con mucha prudencia, pero espacio.

Había gente que decía, que saldríamos reforzados y mejores personas, ya que el confinamiento había sido muy dura y eso, no lo podríamos olvidar.

Pero nada de eso, sucedió; así que nos fueron dando libertad de movimiento, nos saltamos todas las normas y así logramos llegar a la segunda ola de la pandemia. Porque había que salvar la hostelería, el pequeño comercio, personas entendieron que necesitaban unas vacaciones y así un largo etc.

En este punto, quiero aclarar por si la sociedad en general no lo recuerda, que hubo personas, trabajadores, que siendo su trabajo esencial, se enfrentaron  de cara a la pandemia, a los contagiados, a viajar para reponer los establecimientos de alimentación, combustible, medicinas y muchos más.

Hubo tantos trabajos esenciales, que alguno me quedará, pero voy a resaltar algunos de ellos que fueron muy, muy sacrificados.

Limpieza en general. Calles, edificios, centros sanitarios, estaciones de autobús o tren, recogida de basura, gestión de ella en los vertederos, reciclaje , incineración.

Fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y ejército.

La guardia civil, hizo al igual que el resto, un trabajo impresionante, ya que de todos los servicios que hacen, uno de ellos era atender a las personas aisladas en pueblos remotos y que estando aislados por la nieve, eran ellos quienes caminaban km por la nieve para que a nadie le faltara ni medicinas, ni comida.

Siempre atentos a que todo estuviera en orden y yo puedo dar fé de como pasaban por los pueblos para ver si había algún tipo de problema o necesidad para echar una mano.

Dicho esto, quiero hacer mención a uno de ellos que ayer por la tarde, perdió la vida por hacer su trabajo

Como ya vamos por la tercera ola de la pandemia, las autoridades nos perimetran los municipios más afectados con el fin de que este virus pierda fuerza y no contribuyamos a pasearlo por los distintos municipios. Y la Guardia Civil, es la responsable de que esto se cumpla. Y es ni más, ni menos, lo que ayer estaban haciendo, cuando alguien vino con su coche, no respetó las señales, ni las indicaciones de los agentes y se los llevó por delante.

Uno de ellos, murió y los compañeros quedaron heridos.

Y todo, por la picaresca, porque todos sabemos lo q tenemos que hacer, pero hacemos todo lo contrario.

Porque hay personas que quieren seguir haciendo lo que les viene en gana y no van a permitir que nadie les diga lo que tienen que hacer y si eso es no respetar el perimetrado de un municipio, pues también.

El problema es que aquí, no vale rebobinar, ahora la persona que perdió la vida, por mucho que se disculpe quien causó el accidente, no va a volver a la vida.

Y que nunca se nos olvide que son servicios esenciales y están al igual que el resto de los esenciales, están expuestos a todo y en primera línea.

Mis condolencias a la familia y a sus compañeros.