domingo, 7 de mayo de 2017

recuerdos

Acabo de leer en Facebook una historia que dice los botones de mi madre.
También habla de que si bien es muy duro enterrarlos,también lo es el ir desaciendose poco a poco de sus cosas.
En mi caso,no eran solo botones,que también.
Había retales,cremalleras,fotos,recordatorios de comunión y de defunción,recortes de periódico,y todo aquello que se fue acumulando durante una vida.


Ellos y ellas vivieron una vida de miseria y necesidades;vivieron guardando aquello que consideraban necesario para otra ocasión y guardaron con recelo por un por si acaso,todo lo que iba cayendo en sus manos.

Cuando ya nos hacemos mayores y nuestra mente va dejando de funcionar al 100%,somos incapaces de descifrar hasta donde podemos reservar cosas y acumulamos todo aquello que un día nos fue útil y pensamos que tal vez,nos haga falta de nuevo.

Eso pasa y nadie sabe porque.
Ayer hicemos la misa de aniversario de nuestra madre y han vuelto a surgir los recuerdos con mas intensidad;todo aquello que dejó y de una forma u otra está presente,habla de ella y de su forma de ser y vivir.

De todos los recuerdos o pertenencias,siempre nos quedamos con lo mas significativo o quizá lo que creemos que mas nos hace sentir mejor,un anillo,un pañuelo,un paraguas,unas toallas o cualquier otra cosa.
Pero curiosamente,no se hace uso de ello y lo guardamos en un cajón,esperando quizá ese momento de sacarlo,de usarlo,de enseñarlo,momento que muy pocas veces llega y que se quedará a engrosar los recuerdos que nuestros hijos vayan a tener de nuestra vida.

Luego que harán?
No lo se.Quizá sean muchos recuerdos juntos,o quizá ellos hagan lo mismo que hacemos nosotros.

Es una cadena y a pesar que sabemos que esto es así,que ninguno somos inmortales,que llegará nuestro momento,ese que solo seamos un recuerdo,seguimos aferrándonos a esos botones,esas fotos y eso que junto con el recuerdo de nuestra gente,va formando parte de nuestra historia.


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