jueves, 6 de diciembre de 2018

diciembre

Y llegó diciembre.

Con sus fiestas,con sus puentes,sus regalos navideños,sus compras para las comidas familiares,sus cenas o comidas de empresas o de amigos,las vacaciones escolares,etc

Hoy,celebramos los cuarenta años de la constitución;hoy,todo son programas especiales,retransmisiones en directo,buenos deseos,hipotéticos acuerdos,es decir,buena voluntad en general.

El mes de diciembre además de lo dicho,también es mes de matanza de los cerdos,de preperar para el resto del año,parte de la comida que vamos a consumir.

Embutidos,jamones,tocinos,morcillas y esos filetes tan ricos que nos dan los cerdos criados de forma natural y que gracias a los modernos congeladores,podemos disfrutar muchos meses.

Pero si lo pensamos detenidamente,en este mes y aún sin ningún exceso importante,venimos a gastar como el doble de dinero del que gastamos habitualmente.No se como,pero lo hacemos.

Pero la otra parte de esta fiesta que dura cuarenta días,está en esas personas que no tienen la posibilidad de gastar el doble;bueno,que no tienen la posibilidad de gastar,simplemente.

Mientras nos rodean y nos rodeamos de espumillón y luces,no somos capaces de ver la otra Navidad;el otro diciembre.

Personas sin trabajo,sin hogar,o simplemente,sin familia.
Personas a las que la vida les llevó(o lo decidieron)por otros derroteros.

Gente normal,que en un momento les dio un vuelco la vida y se vieron sin nada y a veces sin mas motivos que el no poder trabajar,el ponerse enfermo,el no poder pagar un alquiler o una hipoteca y muchas cosas mas.

Estas personas ya se sentirían felices,de poder reunirse en torno a una mesa y tener una cena y un poco de calor para cobijarse del frio.

 A veces no valoramos lo poco o mucho que tenemos.

A veces,queremos tener tanta notoriedad y demostrar que tenemos posibilidades económicas,que no nos damos cuenta de que lo mas importante en el mes de los gastos y en otros meses señalados,lo mas importante es tener un techo,salud,gente que te quiera y a la que quieras y una comida abundante que podamos compartir.

No importa que ese día u otro,nos tengamos que sentar mas juntos porque seamos mas;lo importante es tener el cariño y el respeto de todos los que en la mesa estemos y que disfrutemos del momento.

Así que me quedo con un menú sencillo y personas que me quieran para compartir mi mesa.

En el mes de los gastos y en el resto del año

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