domingo, 5 de diciembre de 2010

mineras consortes

Se lavaba la ropa en el río o lavadero.Cuando era invierno o llovía,se secaba al calor de la cocina de carbón que la gente minera solía tener ya que la materia prima para calentar la arrancaban de la mina.
Como no había mas que una ropa de trabajo,se remendaba,se repasaba o zurcía y se hacían malabares para que el minero fuera el lunes a su puesto de trabajo limpio y con ropa digna.
El bocadillo de lo mejor que hubiera en casa(chorizo,jamón,queso,) nunca de tortilla,pues eso parecía que daba signos de pobreza.Por lo menos eso fue lo primero que a mi me dijo mi recién estrenado marido(minero) cuando nos casamos y pasé además de ser su esposa,madre de sus hijos y responsable de que aquella casa que entonces teníamos en alquiler,funcionara.
Yo no tenía lavadero,pero si tenía una bañera en la que echaba a remojo la sucia ropa minera,en agua y amoniaco,para luego a la hora de tener que sacar las manchas de carbón y grasa,estas se fueran mejor.
Aunque parezca ciencia-ficción,yo ya desde muy chica había aprendido las artes del lavado,en un lavadero que teníamos(y tenemos)en el medio de la finca y que mi madre muy preocupada por que mi hermana y yo aprendiéramos las imprescindibles labores femeninas,nos mandaba a lavar la ropa de mi padre que trabajando a la madera también tenía una suciedad de pez y resina,que se quitaba a base de dar golpes en la pasera(piedra donde se lava la ropa) y aclarar y volver a enjabonar.

Esto viene a cuento,porque mi amigo y admirado Albino Suárez,ha publicado en su blog un artículo refiriéndose a la gente minera y a su fiesta santa Bárbara.
Y por eso quiero aportar en este espacio un poco de lo que era la vida de la mujer del minero;es decir,la minera consorte.

A mi no me tocó mucho del trabajo que las mujeres de la cuenca minera allá por los años - 50-60 tuvieron que padecer por la precariedad en la forma de vivir y la falta de recursos;pero si se como esposa de minero,como era el mundo de la minería.

Madres,hermanas,esposas,hijas,cada cual en función del tipo de familia que tuvieran,estaban(estábamos)siempre con el alma en vilo como se suele decir,puesto que el trabajo en la mina es muy cruel y peligroso,pero entonces,mas.Cuando sonaba una sirena fuera de hora,ya se sabía que alguna desgracia había pasado y todas a la vez conteniendo la respiración,salíamos a ver que era lo que pasaba.

La mujer minera consorte,llevaba una vida dedicada en cuerpo y alma a todo lo que rodeaba el trabajo del hombre.
Por eso nunca y en aquellos tiempos menos,se le ocurrió valorar el trabajo y la dedicación de tantas y tantas mujeres que tarbajaron y sufrieron en un entorno muy poco favorable para ellas(nosotras).

La fiesta minera era el cuatro de diciembre;la fiesta de los mineros.
Las mujeres acompañábamos a nuestros hombres a misa,como era costumbre y nunca bajo ningún concepto hacíamos otra cosa mas que eso.O en su defecto,tomarnos un café en el bar del pueblo y luego ellos celebrar a su manera el resto del día.

Decía Albino que se debería de escribir sobre las mujeres que trabajaron codo con codo con los hombres mineros,ellos dentro y ellas fuera y que seguro que habría mucho que decir.A mi si me gustaría que se hiciera,pero alguien como el,que además de conocer bien la historia,sabe relatarla y asi poder transmitir aquella represión y aquella miseria,que unas y otros nos tocó vivir.

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