lunes, 1 de enero de 2018

Los Magos 2018

Acabo de escribir la carta a los reyes Magos para mis nietos.

Estoy esperando que vuelvan para si están de acuerdo con lo  he redactado,que la firmen y entregarla en los buzones que hay instalados para la entrega.

Las hice yo,porque mi nieto aunque sabe que hay que contar todo a los magos y decirles si hemos hecho algo que no esté bién,el es capaz de verbalizarlo,pero reconocerlo por escrito,no.

Asi que se puso a escribir,pero procuró pasar por alto aquellas imperfecciones que haya hecho y que aunque reconocidas,no le apetecía poner en el papel.

Bueno,yo no se si acerté o no,eso ya me lo dirá él cuando lea la carta y decida si es la correcta para enviarla a tan magnas personalidades.

Esto,nos pasa a los mayores también.No somos capaces de decir un lo siento,me equivoqué.
No sabemos reconocer los errores,no queremos de ninguna de las maneras que tenemos la culpa de algo y para evitar eso,hay personas que se escudan en el ataque.
Negar la realidad,atacar antes de que te ataquen,manipular la verdad y darle mas importancia que tienen en la mayoría de las ocasiones.

Pero ahora existe mucho el yoismo;el pretender saberlo todo,aunque desconozcamos la mayoría.
Un hacer verdad una mentira mil veces dicha,una dignidad mal interpretada,un no saber y pretender demostrar, un mil cosas  que a fuerza de practicar,ya no sabemos si es una realidad o simplemente virtual.

Hoy tenemos mas información de la que muchos podemos asimilar y unos debates,virtuales y reales que a veces distorsionan el principio de una cosa.

Pero todos tenemos razón,todos damos consejos,todos,juzgamos y muy pocos tenemos el tiempo suficiente para como las máquinas,reiniciarnos,

Así que tampoco me extraña mucho que un niño de seis años,quiera evitar que se sepan sus errores y defectos,pues vive en un mundo en el cual el perfeccionismo,el conocimiento,el debate  y el ocultar las miserias,es el pan nuestro de cada día.

Que van a hacer los niños,cuando ven a los mayores hacer cosas que no entienden,que disfrazan y que siguen como si no pasara nada?

Pues ellos,tampoco.

Claro,que como Melchor,Gaspar y Baltasar,saben casi todo porque para eso tienen a los enviados y a los príncipes que los acompañan a caballo por las calles de nuestros pueblos y que hacen que con todo ello,haya muchos niños felices


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