viernes, 24 de febrero de 2017

escribir

Cuando nos ponemos a escribir,es porque tenemos la necesidad de decir lo que sentimos en silencio;cuando lo estamos leyendo,escuchamos los gritos de quien lo escribió.
A veces,creemos que es muy difícil hacerlo,pero si dejaramos que nuestros dedos transmitieran en el papel o en el teclado lo que sentimos,nos sería mucho mas fácil.

Por eso,la forma mas sencilla de hacerlo,es pensar que aquello que dejamos negro sobre blanco,es solo nuestro.Que nadie lo va a leer como si de un diario de nuestra infancia se tratara.

Esto,nos hará soltar nuestros sentimientos,nuestros recuerdos,nuestros miedos,nuestras inquietudes y tal vez,hasta algunas cosas que creíamos tener olvidadas y que de pronto,sale de lo mas profundo y sin darnos cuenta,nos libera.

Todas y todos tenemos inseguridades,temores,ilusiones no confesadas,rencores antíguos y muchas decepciones.
Estar delante de un papel,debería de ser,como estar delante dee ese especialista que te sabe sacar hasta lo mas oculto de ti;a veces,nos cuesta,pero si lo intentamos,todas y todos seríamos capaces de escribir nuestra propia historia convertida en novela.

Si nos volvemos a nuestra infancia,tal vez descubriremos que aquello que creíamos un cariño inmenso a alguno de nuestros familiares,tal vez solo fuera un cierto temor y una necesidad importante de agradarle

Toda nuestra vida la pasamos queriendo agradar a los demás;eso ya nos lo enseñan de pequeños.No hagas esto que no le gusta a la abuela,no hagas lo otro que los tios se enfadarán,etc etc.Por lo que nos vamos habituando a ser lo que los demás quieren que seamos y nunca nos paramos a pensar en que realmente queremos ser nosotros.

Eso al final,pasa factura; y nos damos cuenta(a veces tarde) de que dejamos muchas cosas importantes en el camino(como se dice vulgarmente,pelos en la gatera)porque nuestro entorno,nuestra educación y sobre todo el dejarnos llevar,no nos dejaron tiempo para hacer nuestra vida.

Hoy  toca hacer examen de conciencia;hoy,toca,pensar en la vida real,nuestros deseos reales,nuestras necesidades personales y sobre todo,querer a quien nos quiere y no a quien nos lo impone.

Pedir perdón si es necesario y sobre todo,vivir esa vida que cada día,nos descuenta veinticuatro horas.


Dedicado a ANA



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