La tarde aguantó y los allí presentes también;algunos,porque realmente vivieron el momento y otros,porque había que seguir con la tradición de dar calor y compañía a nuestros seres queridos y ya desparecidos.
Yo fui una de esas personas que estuvimos celebrando la festividad de los santos.Y ahora que lo escribo,porqué santos y no difuntos?
Nos da miedo pronunciar esa palabra? O todos y todas los que están allí fueron santos?
No quiero faltar al respeto a nadie,pero creo que no siempre se hace honor a la fiesta.
Allí hay saludos,tertulias,comentarios y hasta a veces sorpresas del cambio que unos y otras hemos sufrido.Unas veces para bien y otras no tanto.
Yo,que casi nunca me acerco al cementerio,ayer también fui;pero y aunque sea por una vez,nos preguntamos que hacemos el resto del año?
Volvemos al camposanto a visitar a nuestros seres queridos?
Yo se que hay personas que si;que periódicamente se acercan a limpiar y a estar un rato allí donde sus seres queridos descansan.Pero la mayoría solo se acercan(nos acercamos) ese día santo, a mirar y a ser vistos.
A protestar porque no se oye la misa entre los murmullos y cuando se hace el silencio,ponerse ellos a hablar.
No tenemos solución y aunque estemos creyendo que es lo que hay que hacer,posiblemente no sea asi;el culto a nuestros familiares y siempre desde mi punto de vista,es sobre todo,en vida.
El cariño,el respeto,la atención,la compañía y el calor familiar,debería de ser mientras ellos lo puedan disfrutar.Yo pienso que en algunos casos,hay tanto de culto a los difuntos,como culto al cementerio y lo que ello representa.
Mientras esperábamos que empezara el oficio religioso,(a las tres en punto)y ya cumpliendo el horario,yo veía al sacerdote mirar a un lado y a otro en espera de que aquellas conversaciones tan animadas,concluyeran.
Cuando un lado del cementerio se quedaba mas o menos en silencio,empezaba el murmullo por el otro;entonces,el cura miraba hacia donde salía el rumor,se quedaba mirando atentamente y poco a poco se iba aplacando. Asi estuvimos algo mas de cinco o seis minutos.
Por eso creo,que siempre salvando las excepciones,este día tiene mucho de añoranza y mucho de comunicación.
Y luego,todos nos vamos y como decía Bécquer,Dios mío que solos se quedan los muertos.
Si en este escrito puedo herir la sensiilidad de alguien,pido disculpas.Pero ya no es la primera vez que acudo a esta celebración,yo diría que he ido muchas mas veces de las que debería y por eso ahora analizo la fiesta de los santos,de otra forma.
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