sábado, 18 de abril de 2009

El hablar de algo que sea medianamente discutible,y que no por eso tenga que herir a nadie,es hasta cierto punto arriesgado.Por eso cuando me pongo a desarrollar una idea,a través del blog,me siento un poco en vigilia;es decir,velando porque no diga nada que quienes hipotéticamente lean esto,no se sientan herid@s.
Vamos al grano:ha salido en los medios de comunicación,y por tanto ha sido comentado,que un jugador de futbol,dejó sin firmar autógrafos a una larga fila de niños y mayores que llevaban esperando para que sus hijos tuvieran el recuerdo de puño y letra del afamado jugador.

Parece que todas las críticas caen sobre el deportista que según la mayoría no tuvo la delicadeza de atender a tod@s sus admirador@s y l@s dejó con una cuarta nariz,después de la larga espera.

Yo no digo que la actitud del futbolista fuera la mas adecuada,que seguro que no;pero lo que si someto a reflexión es a que queremos que lleguen nuestros hij@s.¿A futbolistas? Perfecto,pero para eso tendrían que estar entrenando.
Queremos que sean ellos mismos y que aprendan a ser realistas,pues entonces enseñémosles otras cosas,y no les tengamos cuatro horas en una cola,que no lleva a ningún sitio;pues si bien el deportista lleva acumulados muchos premios por su buen hacer,no los ha logrado perdiendo el tiempo esperando un autógrafo,sinó entrenando.Y si algo puede enseñar,no es firmando un papel,sinó en el campo de futbol.

A veces nos quejamos de que nuestros hijos no hacen las cosas que deberían,y no se si alguna vez nos preguntamos si en la escala de valores que les inculcamos,iría todo por orden.

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